miércoles, 22 de enero de 2014

Cause bad girls ain´t no good, and good girls ain´t no fun

Si de algo puede presumir la moda, es de ser capaz de transmitir tantas ideas, conceptos y de una forma algo más profunda, esencias dependiendo de quién sea su percha. Por eso mismo, puedes haber visto una simple sudadera gris en el estante de una tienda, y encontrártela después por las calles de mil y una formas diferentes, cada una acorde a un estilo. Y eso es a lo que más encanto le encuentro de todo este mundo, el no tener que catalogarte dentro de un sólo estilo, el poder vestir cada día de una manera distinta según el humor con el que te hayas levantado, la primera canción que hayas escuchado en la radio, o lo rico que estuviera esa mañana el café. Eso es lo que define el estilo de cada persona, la facilidad pero sobretodo la perspicacia con la que jugamos con la ropa como si de juguetes y niños se tratase. En el fondo, la moda es todo un entretenimiento. Podría pasar horas pensando en maneras de combinar nuevas prendas, o bien imaginándome con aquellas que nunca llegaré a tener. De esa manera aunque inconscientemente para muchas, es como definimos quienes somos, a través de nuestro estilo.
Y esa mañana mi estilo se levantó con ganas de algo dulce y refinado, lleno de pajaritos y colores alegres que recuerdan a la primavera que esperemos tarde poco en llegar. Tonos claritos, estampados de flores, colores pastel, algún que otro encaje asomando debajo del jersey...todo un look naïf en el que -por supuesto- no podía faltar una gran sonrisa, para hacer frente al frío y la seriedad que el invierno a veces nos trae.
Espero que todos vuestros exámenes estén yendo genial y para los que empezáis en breves como yo, toda la suerte del mundo para vosotros!